La fuente de la plaza de Narila está de aniversario. Este año se cumplen 100 años desde que se construyó en su emplazamiento actual.
Originariamente estaba pegada al balate del huerto que había en lo que hoy es la casa de Antonio “El Lucío”, donde actualmente están los tres poyetes en escalera.
La primitiva fuente de la plaza tenía tres caños y un gran pilón rectangular cubierto a modo de tinao como se puede ver en el croquis de Narila realizado con motivo de la elaboración del Catastro por el Marqués de la Ensenada en tiempos de Fernando VI (mediados del s. XVIII). Quizás la estructura de piedras en forma de pilastra que hay a la derecha de los poyetes es el vestigio de uno de los muros laterales de aquel tinao que cubría la fuente.
La conducción del agua desde su nacimiento en las fuentes era con tuberías de barro, aún se pueden ver al inicio de la calle de Las Piedras, a la derecha y también en la subida hasta Santa Rita.
No sabemos cuál fue el motivo por el que se decidió el traslado, pero en 1.913 como se indica en los caños de la columna central de la fuente y según cuentan con el primer cemento que se usó en Narila, se construyó la fuente circular con ladrillos en el sitio que hoy todos conocemos, lugar más central y vistoso que el anterior.
La columna estriada central es de mármol blanco y proviene de parte de una de las tres cruces que antiguamente se hallaban en las eras, en la Era de las Cruces, llamada así precisamente por ese motivo. Cuentan que fue Frasco “el yesero” el que con la barrena que usaban para meter barrenos en las yeseras le hizo el orificio central por el que sube el agua hasta los caños.
Los caños de la fuente son de cobre, con líneas paralelas grabadas en todo su perímetro y el texto “J.D. AÑO 1913”.
Hasta la llegada del agua potable era la única salida de agua por lo que para llenar los cántaros había dos formas de hacerlo, una era meter el cántaro en la fuente y sujetarlo hasta que el chorro de agua lo llenase o la opción más usada, usar una caña a modo de canuto (habiendo abierto con un alambre los nudos por el interior de la caña) y apoyándola en el caño y en la boca del cántaro se conducía directamente el agua al interior del mismo, sin necesidad de sujetar ni la caña ni el cántaro.
De tanto apoyar los cántaros en el borde de la fuente había unos huecos en cada lado de la misma, más profundo el correspondiente al caño de arriba pues era el más usado ya que daba más agua.
En cada casa existía una caña preparada para éste menester y las mujeres cuando iban a la plaza a por agua la usaban, de ahí la siguiente coplilla:
“En la plaza de Narila hay una fuente
donde van las mocitas a por el agua,
y con la caña, y con la caña
llenan su cantarito de fresca agua.
Y con salero y con salero
bendigo yo a Narila
que es un lucero”
Las personas que querían beber de la fuente tenían que apoyarse sobre la columna central y beber directamente de los caños.
Posteriormente cuando se hizo “la potable” se construyó el murete sobre el borde en donde se colocó un caño pequeño hacia el interior por donde salía el agua directamente del depósito y en el interior del pilón y bajo el caño un soporte para colocar los cántaros.
El agua de los dos caños de la columna central se cortó, por lo que para beber agua había que apoyarse sobre el murete e inclinarse hacia el interior del pilón o sentarse de espaldas a éste y agarrándose al murete inclinarse hasta beber.
Tapando el caño del murete, el agua embalsaba y volvía a salir por los caños de la columna central y tapando éstos salía por el orificio superior de la columna central, antes de que se colocase la cruz de hierro que tiene ahora. Este proceder nos divertía a los niños de Narila que lo hacíamos constantemente.
La cruz de hierro de la parte superior de la columna central estaba ahí situada desde la fecha de su construcción hasta la Guerra Civil, en la que desapareció. Recientemente se ha sabido que un vecino del pueblo se la llevó y escondió en el suelo de su casa. Hace unos años y con motivo de una reforma apareció. Se limpió y se volvió a colocar en su sitio original, unos 70 años después.
En los últimos años, aparte de la colocación de la cruz, se han realizado diversas modificaciones, en una de ellas se realizó un corte longitudinal a la columna de mármol central para llevar una tubería para el agua hasta unos nuevos caños más pequeños que sustituyeron a los caños originales. Gracias a que una vecina los guardó se han podido volver a colocar posteriormente en su sitio.
Otra de las modificaciones realizadas en la fuente de la plaza de Narila ha sido la retirada del caño pequeño del murete construido cuando se introdujo el agua potable y la construcción de un piloncillo colgado por la parte exterior del mismo con un grifo para poder coger agua y beber con más facilidad.
Para las fiestas de Narila, siempre se ha vaciado y limpiado la fuente, incluso en las últimas décadas se pinta de blanco y a veces en azul el interior del pilón.
Otra curiosidad de la fuente es que casi todos los niños de Narila hemos acabado dentro de ella sin querer, dándonos un baño inesperado. En los últimos años y en los meses de verano ha servido a veces como “piscina” refrescando de los rigores estivales, sobre todo en San Roque haciendo verdaderas “guerras” de agua.
Tras 100 años de vida, la esencia de la fuente perdura, presidiendo la plaza de San Roque y convirtiéndose en una seña de identidad de nuestro querido pueblo de Narila.
¡FELICIDADES Y QUE DURES AL MENOS OTROS 100 AÑOS MÁS!
3 abril, 2013 a las 16:21
Me parece una buenisima idea esto de detallar la historia de determinados enclaves de Narila, historia que mucha gente desconoce y es digna de conocer. Es un verdadero lujo tener un pueblo, que actualmente todavía conserve infinidad de rincones mágicos. De verdad, creo que toda esta iniciativa de dar conocimiento histórico a toda la gente sobre cosas de Narila, es fantástico…por favor, seguid con este maravilloso trabajo, para que la gente que aún no valore lo suficiente a este pueblo, se de cuenta de todas las cosas valiosas que se albergan en el lugar más mágico de la alpujarra de Granada, Narila.
4 abril, 2013 a las 12:53
Muchísimas gracias José Antonio, comentarios como el tuyo nos dan ánimos para seguir contando las historias que conocemos de Narila, para que la gente las puedan conocer y no caigan en el olvido. Un saludo.
3 abril, 2013 a las 16:25
Por cierto, el hombre que guardó la cruz de la fuente en su casa durante más de 70 años, era mi bisabuelo Antonio Lupiáñez, que casual mente este año cumpliría también 100 años, ya que nació en el mismo año,1913, que se construyó el pilar.
4 abril, 2013 a las 13:04
Me acuerdo perfectamente de tu bisabuelo, gracias a él Narila pudo recuperar parte de su patrimonio histórico. ¡Gracias Antonio Lupiáñez!
6 junio, 2013 a las 18:52
Estoy muy contenta y te doy las gracias por toda la información tan estupenda que nos has dado. Nos gustaría recordarte que escribas alguna historia sobre el árbol que hay en la plaza, sólo queda uno y había seis. Mi madre tenía ocho años cuando plantaron esos árboles en el año 1924. Sacaron una canción que se llamaba «A plantar. a plantar arbolitos».
Muchas gracias y si quieres venir para las fiestas de San Roque estás invitado, a lo mejor nos conocemos pero no sabemos quién eres.
6 junio, 2013 a las 22:43
Hola Nedy.
Muchas gracias por tu comentario y me alegra que te guste el contenido de lo que escribo.
Ya había pensado alguna vez escribir algo sobre el árbol que queda en la plaza, así que me animaré a recopilar más información sobre él, por eso si dispones de más información como la letra de la cancioncilla que comentas, así como alguna foto antigua donde se vea el árbol o los otros árboles que se cortaron te agradecería mucho me la facilitaras.
Puedes mandarmela al correo narila.info@gmail.com
11 abril, 2014 a las 00:10
Me gustaría conocer si existe todavía la casa donde nació mi abuelo materno y sus hermanos. Él se llamaba José Ramón Pelegrina Sabio. Sus hermanos fueron Salvador, Trinidad, y Joaquín. Los padres de ellos fueron Antonio Pelegrina Bravo y Dorotea Sabio Lòpez. Mi abuelo y su hermano Salvador, viajaron a América en 1913.
Mucho me agradaría poder contactar a algún descendiente de ellos, estoy en estos momentos armando el árbol genealógico.
Abrazos. Roly Reyes.
30 marzo, 2018 a las 15:34
Buenas.
Hoy he visitado Narila, el pueblo de mi abuelo materno, que se llamaba Antonio Sabio Zapata. Solo sé que marchó de su pueblo natal siendo muy joven y se instalo y caso en Catalunya, Blanes, con mi abuela catalana de Figueras. Tuvieron 8 hijos, de los cuales una és mi madre, Carmen Sabio Guillén.
Mi abuelo no volvio nunca a Narila, ni hablo mucho de su pueblo, estuvo en la cárcel 7 años porque era militante de la CNT, después de la guerra.
Ahora tendría 118 años, nació en 1900, creo.
Quizá somos familia. No sé si podemos aportar datos a tu árbol genealógico.
17 octubre, 2020 a las 09:48
Impresionante la información recabada en esta entrada, acabo de indicar que, por favor, se añada el enlace a esta entrada en la ficha de Conoce Tus Fuentes:
http://www.conocetusfuentes.com/ficha_detalle.php?id_fuente=12351
No se puede tener más información histórica de un solo elemento, enhorabuena por la publicación, ojalá no cierres nunca esta página y quede la información ahí, para todo aquel que desee conocera.